Mi meta es florecer ¿la tuya?
- nalmayletras
- 29 oct 2019
- 2 Min. de lectura
Cuando hablo de florecer me refiero a crecer espiritualmente e internamente, a identificarnos 100 % con ese ser radiante y lleno de amor que todos somos. Pero, ¿y como lo hago? Les cuento que todo se basa en una decisión, pero les voy ayudar un poco…pregúntense: ¿Cual es mi relación con mi vida? Esa es la pregunta clave….
Resulta ser que los seres humanos crecemos cuando lo decidimos hacer, mejoramos cuando nos lo proponemos, lo logramos cuando resolvemos crear ese cambio y es ahí cuando con una decisión emprendemos ese camino al florecer de la vida.
Sin embargo esos cambios por lo general traen consigo el tener que ”OBSERVARNOS”, así tal cual, vernos sin máscaras, sin maquillajes sociales o culturales, lo cual muchas veces representan el abandono de lo que conocemos o aceptar que algún aspecto de nuestra persona está mal y debemos esforzarnos para superarlo.
Podemos lograr todo lo que nos proponemos para transformar nuestra vida de una forma responsable de nuestras acciones y decisiones, lo cual nos lleva a una idea de la respuesta a la pregunta clave.
Les paso formas que he leído y aplicado en mi vida que a lo mejor les puede facilitar iniciar este proceso como a mí.
• Al despertarnos cada mañana, no saltemos de la cama violentamente, hagámoslo con calma y serenidad. No permitamos que la desesperación entre en nosotros desde que iniciamos el día y nos provoque desorden y confusión.
• Practiquemos la actitud de la serenidad para disfrutar de la vida aún en medio de las dificultades.
• Si la tristeza nos invade, HAY QUE "SONREIRLE". Busquemos dentro de nosotros mismos motivos para ser felices y estar agradecidos con la vida, la tristeza se irá desvaneciendo poco a poco.
• Una fórmula eficaz para triunfar es idear un proyecto, hacer un plan y luego, trabajar con disciplina, con entusiasmo y perseverancia hasta verlo realizado.
• Mantengamos mejores relaciones: aprendamos a escuchar. NO nos dejamos alterar por los demás, no ofendamos, ni insultemos. Tratemos siempre a los demás como esperamos ser tratados. Recibiremos de las demás personas exactamente lo mismo que les ofrezcamos.
• Olvidemos los pensamientos pesimistas. En lugar de sufrir por nuestras frustraciones aprovechemos nuestros dones para superarnos y salir adelante.
• Reconozcamos nuestras limitaciones sin menospreciarnos ni estancarnos por ello. Procuremos superar nuestras fallas aprendiendo de ellas.
• Nunca ofendamos, gritemos, ni exijamos en forma abusiva, no intentemos forzar a que se hagan las cosas, nada bueno lograremos.
• Seamos activos, dándonos momentos de descanso oportuno. Las personas muy cansadas se equivocan más y les rinde menos. Descansar no es necesariamente no hacer nada, puede ser simplemente cambiar de actividad.
• Demos lo mejor, sin esperar nada a cambio.
• Disfrutemos de lo simple de la vida, no esperemos ocasiones importantes para demostrarle a las personas que queremos lo valiosas que son para nosotros.
• Aprendamos a perdonar y pedir perdón por nuestros errores.
• En lugar de pretender cambiar a los demás, trabajemos en cambiar nosotros mismos.
• Vivamos de tal forma que nos recuerden por las huellas que dejamos y no por las cicatrices o heridas que hemos provocado.
Y la última y la más importante de todas, mantén claro en tu mente lo que quieres para ti en tu vida y eso te ayudará a mantener la motivación para seguir adelante cada día.
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