Vivir
- 21 nov 2019
- 2 Min. de lectura
Cada uno de nosotros atraviesa situaciones que nos conducirán a parajes inesperados pero necesarios. No importa si la travesía es difícil o es fácil, cada paso que damos en esta vida nos llevará a esos lugares en los que debemos estar o tan solo pasar, siempre hay una razón o muchas para aprender, para crecer, para analizar lo que hemos estado haciendo, para mejorar y para deducir por dónde ya no debemos volver a transitar.
Gracias a esos viajes que emprendemos vamos convirtiéndonos en lo que somos hoy, aquellos de ayer ya no existen, hemos ido cambiando de piel, mutando, nos ha pasado lo de las orugas, y sin duda nos convertiremos en hermosas mariposas, porque después de someterse a pruebas de fuego, llega la recompensa.
Y es que es necesario, no hay nada que no pase en esta vida si no lo necesitamos, puede ser el karma, puede ser el destino, puede ser simplemente el resultado de nuestras decisiones, pero siempre hay un propósito, porque todo lo que llega a nosotros trae implícita una enseñanza, una maduración del espíritu, un renacer.
La vida es hermosa, incluso en los momentos más difíciles, es cuestión de agradecer el estar vivos, el poder caer y levantarse, el tener cada día una nueva oportunidad de cambiar el rumbo al que vamos, el tener nuestras facultades para tomar mejores decisiones.
La vida es un milagro, es un regalo, es la forma más amorosa de moldearnos para convertirnos en las mejores versiones de nosotros mismos, y una vez listos, podremos irnos...
Dicen que la muerte es tan benevolente que nos da una vida de ventaja antes de llevarnos con ella, y es precisamente eso, alistarnos para partir ligeros y realizados por todo aquello que fuimos capaces de hacer para sí mismos y para los demás estando vivos.
Qué bella es la vida!!! Hay que vivirla con profundo agradecimiento y regocijo.
Marcia Orozco.

Comentarios